¿Sabías que el posparto es una de las etapas de la vida en las cuales las mujeres estamos más propensas a sufrir de un trastorno del estado de ánimo?
Una cosa es saberlo y otra muy distinta es vivirlo. A continuación, te cuento qué señales indicaron que tenía post partum blues y qué hice para sobrellevarlo.
Para mi embarazo me preparé con todo lo que estuvo a mi alcance: terapia psicológica quincenal (en la que tengo 16 años de trabajo), clases prenatales, cursos de parto y recién nacidos, doula, un equipo médico de primera calidad, una sala de parto humanizado y respetado, mi plan de parto soñado, un buen compañero de equipo, yoga prenatal y más, pero nada de esto fue suficiente para prevenir algo que es común, pero de lo que, lamentablemente, se habla poco.
Si alrededor del 85% de las mujeres experimenta una alteración del estado de ánimo en el posparto (algunas con síntomas leves y del 8 % al 25 % con síntomas incapacitantes) significa que solo por haber estado embarazada ya estás en la ruleta y que las posibilidades de padecer una son muy altas.
Muchas personas hablan de la depresión posparto, pero poco se habla del trastorno más frecuente vivido en el puerperio, que es el post partum blues, baby blues o maternity blues, una forma de depresión leve que cursa entre el tercer y el séptimo día después de haber parido, que dura poco, pero afecta al 75 % - 80 % de las mujeres en el posparto.
Cambios bruscos de humor, enojo, tristeza, fatiga y ganas repentinas de llorar, son algunos de los síntomas que duran dos semanas y definen este estado.
Según Gabriel Oviedo y Valeria Mondragón (2006, p. 133), “algunos estudios han sugerido que el post partum blues se relaciona con la caída en los picos de estrógenos y progesterona en el momento del parto”, pero no se sabe todavía cuánto le debe este fenómeno a esos cambios hormonales.
Existen dos hipótesis que pudiesen explicar por qué una mujer sufre post partum blues: la primera plantea que puede deberse a la supresión hormonal abrupta que sucede con la salida de la placenta y la segunda sugiere que se altera “la activación del sistema biológico mamífero” en mujeres más sensibles al estrés psicosocial.
El tratamiento sugerido para este fenómeno es tranquilizar a la madre, acompañarla de su familia, supervisar el curso de sus síntomas y que asista a psicoterapia de apoyo breve.
A pesar de lo frecuentes que son la tristeza materna (como también es conocido el post partum blues) y la depresión posparto, estas afecciones no suelen diagnosticarse ni tratarse. Por eso es tan importante cuidar los factores psíquicos de la madre, las condiciones emocionales y sociales vividas en el embarazo y en el momento del parto, así como considerar posibles antecedentes depresivos, pues todos estos factores se conjugan como caldo de cultivo para un trastorno del estado de ánimo.
La gravedad del post partum blues es que, de no ser identificado tempranamente o tratado, puede cursar en depresión posparto o cuadros más graves como depresión posparto con psicosis o psicosis puerperal.
Si planeas ser madre, estás atravesando tu posparto o ya tienes hijos, espero que esta información sea de utilidad para ti.
Referencias bibliográficas:
Oviedo Lugo, G. F., & Mondragón, V. J. (2006). Trastornos afectivos posparto. Universitas Medica, 47(2), 131-140.