top of page

Preocupación: malestar de todos

Foto del escritor: Olga ValderramaOlga Valderrama

“Estoy muy preocupada por X”, “la preocupación me está matando”, “es que no dejo de pensar y no encuentro la solución, ¡tengo demasiado estrés!”. Son frases que con frecuencia escucho en consulta.


De acuerdo a la teoría, la preocupación con pensamientos continuos negativos sobre algún tema (real o imaginario) puede generar ansiedad y estrés.


Yo considero que es inevitable que te preocupes por ciertos temas: salud, finanzas, relaciones interpersonales, trabajo, entre otros.


En el día a día ocurren acontecimientos que obstaculizan, por ejemplo: me peleé con mi novio porque no le gusta que le diga que sí a todos los favores que me piden, y no se quedó a dormir esta noche en mi casa, dijo que estaba cansado de mi falta de límites.


Además del evidente conflicto de límites personales que no voy a abordar, hay una situación incómoda con tu pareja que obstaculiza tus planes: tu plan era que durmieran juntos, pero por razones emocionales tu pareja no se sentía cómodo, estaba molesto.


Hay diferentes maneras de abordarlo, pero una muy común es la preocupación. Esas ideas repetitivas que no te dejan dormir: “¿Cómo le pediré disculpas?”, “es mi vida y yo decido si hago favores o no”, “¿cómo le queda mal a la persona que ya le dije que sí?”, son ejemplos de esas ideas.


Lo ideal es que esas ideas te PREPAREN para OCUPARTE.

PRE: preparación

OCUPACIÓN: ocuparte


El conflicto viene cuando esas ideas no te ayudan a que te ocupes del problema. En el ejemplo sería aclarar con tu novio la situación y que respete tu necesidad de decir siempre que sí, o aprender a poner límites y decir que no cuando realmente no puedas.


Pero muchas veces esas “ideas” solo sirven para generar ansiedad y no nos ocupamos de solventar la situación.


En esos casos se puede generar un precedente para aumentar el malestar la siguiente vez que ocurra (porque habrá una siguiente vez). Y si esa ansiedad no se maneja, se generará estrés, convirtiéndose en la herramienta emocional para enfrentar los conflictos.


Pero ¿qué pasa con esa herramienta? Que, además de generar un malestar físico y emocional importante, NO es asertiva… ¡Generalmente empeora el conflicto!


La preocupación sirve para PREPARARTE física, emocional y cognitivamente para OCUPARTE de un problema. Cualquier otra cosa es solo rumiación. De ahí viene el refrán “si no te puedes ocupar, no vale la pena que te preocupes”.


¡Te invito a pensar cómo lo haces tú!



21 visualizaciones0 comentarios

Entradas recientes

Ver todo

Comments


MENÚ
Beauty Value Logo

Visión

Masterclasses

Servicios

Consultas

Tienda

Blog

Contacto

ENLACES DE INTERÉS

Preguntas frecuentes

Condiciones

Agenda una cita

Ir a accesos rápidos

Frecuentas frecuentes

NUESTRAS REDES SOCIALES
Facebook
Instagram
Spotify
TikTok

Todos los derechos reservados, 2024.

bottom of page