Muchos creen que el AMOR se crea en un instante, con una mirada o un flechazo. Y no es así: ¡el amor se construye!
Es un proceso que se da de manera natural, pero que, en mi experiencia, conlleva tres grandes pasos: enamoramiento, revelación y amor.
Te hablaré un poco de cada una de ellas, pero antes aclaro que NO hay un tiempo estipulado para cada una, de hecho, pueden coexistir o ir de una a otra. Como en todos los procesos emocionales, cada caso es diferente.
Enamoramiento
Es una etapa en la que se viven las emociones con mucha intensidad: pasión, afecto, ansiedad, ternura, deseo, excitación, etc. Igualmente, se presentan cambios neurológicos importantes que no te permiten percibir la realidad tal cual como es. Hay un "velo color rosa” que tamiza todo a tu alrededor.
Se han creado frases para describirlo como “siento mariposas en el estómago” o “mi corazón late a mil por horas al verte o pensar en ti”, entre otras.
Debido a la liberación de neurotransmisores y al descontrol hormonal en esta fase, se comienzan a experimentar alteraciones físicas y emocionales, como:
Aumento de la sudoración
Dilatación de las pupilas
Problemas de sueño y de apetito
Aumento del ritmo cardíaco
Pérdida de la concentración
Movimientos peristálticos intestinales (mariposas en el estómago)
Estrés
Deseos de pasar todo el tiempo con esa persona
Aumento de la necesidad de intimidad y del deseo sexual
Temor al rechazo, entre otras
En esta etapa, la atracción y la pasión son elevadas, además de lo que te impulsa a desear pasar el mayor tiempo posible con la persona que te gusta.
Otro aspecto a resaltar es la idealización, la cual es normal en esta etapa durante un período corto de tiempo. Consiste en percibir al otro como alguien perfecto, resaltando sus aspectos positivos y negando o "no viendo" los negativos.
Es decir, tú percibes toda la información, pero, debido a los cambios neurológicos, tu cerebro no procesa toda la información. ¡Eso es normal en esta etapa! Este momento permite que se genere el vínculo emocional y la admiración, facilitando el crecimiento de la relación.
Cuando la idealización comienza a caer, es el paso a la siguiente etapa.
Revelación
Período en el que termina de caer la idealización y aquello que no habías visto, o no habías querido ver, lo que genera angustia y preocupación.
Es común escuchar frases como: “Le cambió la personalidad” o “eso no fue lo que me enseñó al principio”, pero es la misma persona, solo que ahora tu consciente puede procesar gran parte de la información que percibes.
Esta fase está llena de dudas y temores: ¿será la persona adecuada?, ¿podré continuar la relación?, ¿seré feliz con esta persona? Esas preguntas son normales y necesarias. En esta etapa se hace un análisis más racional de la relación, viendo lo que te aporta y lo que debes cambiar y ceder. Te permite decidir de una manera más consciente, ¡y así darte cuenta de si la felicidad que te aporta supera los malos momentos!
En esta fase se producen muchas rupturas, pero las que perduran, se fortalecen debido a que se fomenta un compromiso con la pareja de manera más consciente. Ya no solo se habla del otro, sino de “nosotros”.
Amor
Luego de que se superan muchas de estas dudas, comienza una relación madura. Se disminuye la intensidad de las emociones y se mejoran las reacciones físicas, algunas desaparecen.
Se le da paso a un equipo formado por dos, por el "nosotros". Se establece un compromiso, una decisión de estar con la otra persona por todo lo que me aporta y la felicidad que le suma a mi vida.
Se disfruta de la compañía del otro sin idealizar, se establece una nueva dinámica de funcionamiento única para la pareja, basada en la confianza y el respeto que han construido juntos/as.
¡Esto no quiere decir que las crisis se hayan acabado! ¡Para nada! Cada etapa conlleva un cambio y, por ende, una nueva dificultad que cada pareja maneja a su manera, pero ya esas serán objeto de otro artículo.