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Los abrazos de mi amiga

Tengo una amiga cuyos abrazos son los mejores del mundo, es de esas amigas que te abrazan largo, sincero y con cariño.


Los abrazos de esa amiga me hicieron recordar lo gratificante que es un abrazo de alguien que te conoce desde siempre; cuando regresé de nuevo a mi país, hace más de cinco años, fue cuando entendí lo importante que eran para mi sus abrazos. Hoy por hoy, no desaprovecho cada abrazo, cada cafecito y cada cuento que amenamente nos contamos. ¡Los abrazos de mi amiga son tan reconfortantes y bonitos!


Si alguien se siente identificada conmigo, si eres de esas afortunadas que tiene una amiga que te abraza bonito, entenderás, entonces, la importancia de la amistad, de hacer tribu y de tener a alguien con quien contar, alguien que, aunque no es sangre de tu sangre, sabe qué decir y cómo apoyarte con palabras de aliento en los momentos grises.


Claro, para tener una buena amiga hay que ser una buena amiga. La verdad no sé con qué me asocian mis amigas, son pocas, pero son tan significativas y tan importantes para mí que espero que ellas me asocien con algo bonito. Cada una de ellas aporta algo positivo en mi vida, algo lindo, algo que me llena y que es profundamente significativo para mí. Ya pasó mi época en la que tenía amigas de salidas, amigas para contarles mis problemas y amigas/compañeras de la actividad que estuviera haciendo (la maternidad no me deja tiempo de clasificaciones).


Hoy solo tengo amigas que amo y que me hacen sentir amada; hoy solo dejo quedarse en mi vida a personas que me valoran y a quienes puedo valorar; hoy solo dejo entrar a mi vida a quien, de forma progresiva, he podido verificar (tal cual como hace Instagram con las cuentas con cierta cantidad de seguidores y que producen contenido de valor). Esta verificación es producto de mi experiencia, de mi autoconocimiento (cada vez estoy más clara de lo que deseo y espero) y de una conexión conmigo y con mis emociones (cuando una emoción se activa la reviso y le presto atención, sea placentera o no).


La amistad es necesaria, es reconfortante, es dinámica y debe fluir en la medida que vamos creciendo como personas. No les niego que he dejado ir a unas cuantas amigas (y amigos también), me ha tocado despedir a personas de mi vida por el simple hecho de ser diferente a quien era cuando inició la amistad, he cortado relación con quienes definitivamente no comprendieron mis límites. Me ha tocado, también, estar del otro lado: de mí también se han separado, también me han dejado ir y, a pesar de que dolió (no importa del lado en el que me encontrara), hoy agradezco por cada persona, cada vínculo y cada aprendizaje.


Agradezco por mi vida, agradezco por el lugar en el que estoy, agradezco por mi familia, por mis amores y por mis amigas. Solo el día en el que entendí que debía de dejar de invertir tanto tiempo y esfuerzo en una pareja que no me sumaba y que era mejor inversión de vida encontrar amor en otro lugar, me di cuenta de que podía sentirme igualmente amada y satisfecha cultivando amistades bonitas (pensaba que eso solo lo conseguiría en pareja, pero estaba muy equivocada).


Hoy tengo 40, tengo tranquilidad, hago con mi vida lo que deseo, crío a una hermosa niña de cinco años neurodiversa, trabajo en lo que amo, me rodeo que gente bonita de espíritu, cultivo mi fe y mi bienestar y puedo decir que jamás había estado tan plena y feliz como lo estoy en este punto de mi vida. Vida que, aunque no es perfecta, es mía.


Si en algún momento te has sentido sola por la ruptura de una relación de pareja, si has sentido que no das para más y que necesitas apoyo, tómate el tiempo para recordar las veces que una amiga ha ido a rescatarte de una situación penosa, las veces que una amiga te ha prestado su hombro para que llores en él, las veces que una amiga ha celebrado contigo o te ha espantado más de una lágrima en alguna salida divertida. Cuando pienso en esto considero que los cuentos de hadas están mal escritos: en vez de ser un príncipe el que va al rescate de la princesa, debería ser una buena amiga la que va por ella. ¿Te suena esto con sentido? Estoy segura de que sí.


Si eres de mi selecto grupo de amigas, hemos sido privilegiadas de encontrarnos. Si eres una beauty que tiene un selecto grupo de amigas, compárteles estas palabras que, aunque han salido desde el fondo de mi corazón, sé que van a hacer sentir a alguien tan bonito como me sentí yo al escribir estas palabras.

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