Por Monyerla Freintas.
La maternidad es un tema complejo. Hay mucha tela que cortar asociado a ella: nos moviliza, se han escrito libros y canciones, se han filmado películas y series, hay expertos/as que pasan su vida profesional estudiándola, todas las personas tenemos madre (o una figura materna) en nuestra vida y aun así nos sigue generando fascinación.
El vínculo con la madre en uno primario, significativo y relevante en la vida y desarrollo de las personas. Literalmente para poder existir dependimos de nuestra madre, la cual tuvo que tomar decisiones en pro de la gestación para que pudiéramos nacer.
Adicionalmente, la maternidad reactiva cualquier conflicto, simple o complejo, que pudimos haber desarrollado con base en la relación con nuestra propia madre, es por esto que es un proceso extremadamente liado.
Lo cierto es que en pleno siglo XXI, concretamente en el año 2021, las mujeres siguen teniendo dificultades asociadas a cómo debe manejarse la maternidad en sus vidas. Siguen siendo comunes los embarazos no planificados, la poca conciencia en cuanto a la gestación y maternidad, las imposiciones sociales en cuanto a cómo debemos ejercer este rol e, incluso, aún muchas mujeres deciden convertirse en madres solo por el hecho de complacer a sus parejas o a su entorno.
En vista de lo antes expuesto, encontramos en las consultas psicológicas a personas que presentan heridas infantiles consecuencia de estilos de crianza dañinos, muchas madres implementan la disciplina que resulta nociva para los/as niños/as, como lo es el uso de correctivos físicos, y a muchas otras les cuesta modificar el uso de esta técnica pese a la evidencia científica y a los indicadores emocionales negativos que expresan sus hijos/as.
Todo esto debe motivarnos a reflexionar en cuanto a cómo estamos ejerciendo la maternidad, el impacto que tuvo nuestra crianza en nosotras mismas y en nuestros/as hijos/as y la necesidad de ser extremadamente conscientes como personas al considerar la opción de la maternidad.
El mundo está en constante movimiento y cambio, esto nos ha confrontado con la necesidad de adaptarnos y a tomar lo mejor de estas modificaciones en el contexto en el que nos encontramos, para poder así ejercer cualquier rol que deseemos de forma voluntaria y deseada. Así como el consentimiento para cualquier interacción interpersonal es fundamental, para el ejercicio de la maternidad lo es más.
Si consideras ser madre, reflexiona en cuanto a si es lo que realmente deseas, o es simplemente una decisión que tomas porque toca tomarla o porque otros desean que lo hagas. Si eres madre y pudiste planificar tu embarazo, te felicito. Si, por el contrario, tus hijos/as llegaron a tu vida sin que los/as planificaras, nunca es tarde para poder sentirte satisfecha y feliz con las decisiones que has tomado. Sin importar cuál sea tu caso, considera con mucha responsabilidad que tu bienestar y felicidad depende de ti, y que puedes gestionar tu vida de una forma que te haga sentir plena.
En caso que presentes alguna dificultad relacionada a tu maternidad, en Beauty Value contamos con profesionales en la salud mental que te pueden acompañar y orientar en tu proceso, sea que estés deseando ser madre o ya lo seas.
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