Por Eva Herbert.
«Arregla tu cuarto” nos enseñan desde pequeñas, pero nadie nos dice el porqué. Y desde ese punto de vista, una orden parental puede traducirse en una imposición o mandato, mas no necesariamente en un hábito que deseamos adquirir porque conocemos sus beneficios. Y es así como llegamos a la adultez con ciertos niveles de desorden en nuestras habitaciones, gavetas o dispositivos electrónicos. Sin importar si el desorden es físico o digital, ahí está. Nunca aprendimos la importancia de ordenar.
Hoy quiero mostrarte qué ha dicho la ciencia de la organización, pero antes quisiera preguntarte: “Does it bring you joy?”, o mejor dicho, las veces que has ordenado aspectos de tu vida, ¿cómo te has sentido?, ¿qué te ha parecido?
Si buscas un estudio científico sobre la organización, son escasos los que encontrarás. Sin embargo, son muchos los libros que relacionan una casa ordenada con una vida más tranquila, y la industria del declutter año tras año ve sus beneficios económicos a raíz de la venta de productos para el orden y organización de los espacios. Lo cual nos quiere decir, que si bien hay interés hacia el orden, para la ciencia todavía no es tan apasionante.
Pero como para nosotras sí lo es, hoy quiero hablarte sobre mi paciente S. J., una mujer de 56 años cuyo hogar le dolía con toda su alma, pues era una herencia familiar que esposo le había dejado. Cada vez que se rompía algo en casa, desde una tubería hasta un vaso, ella sentía su corazón acelerarse, su respiración alterarse y su malestar incrementarse. Vivía un ataque de ansiedad cuando sus familiares o huéspedes invitados a quedarse en casa dejaban algo fuera de lugar, desde los zapatos no colocados en la entrada hasta las servilletas de papel accidentalmente olvidadas en el bar. Y es así como encontramos que, para algunas personas, la casa puede ser vivida como una extensión del yo, como una prolongación de nuestro cuerpo. Cada vez que algo se “daña” o se “rompe” en casa, es como si se dañara o rompiera una parte de la persona, psicológicamente hablando.
En la Revista de Psicología Ambiental se publicó un artículo muy interesante al respecto, y allí mencionan cómo hay dos aspectos que se sustraen de pensar el hogar como una extensión, y son el desorden subjetivo (lo que tú crees que es desorden) y el hogar psicológico (cómo percibes tú el hogar). Partiendo de esto, cuando hablamos de organización, hablamos de lo que tú creas que es organizado, y de cómo visualizas tú la casa.
El concepto de desorden todavía está en discusión, porque tiene un componente subjetivo y otro objetivo, sin embargo, es importante tomar en cuenta la subjetividad. Lo que significa desorden para ti no necesariamente lo implica para mí.
A pesar de eso, Caroline Rogers y Rona Hart (2021) llegaron a acuerdos en su investigación y es que, tanto la auto-extensión del hogar, y el desorden en particular, son predictores significativos del bienestar.
Así que, cuando necesites una razón para organizar, piensa que hacerlo mejorará tu vida anímica.
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